SUPLEMENTOS PARA FORTALECER EL SISTEMA INMUNOLÒGICO
"Algunos suplementos pueden ayudar a asegurar que usted obtenga las sustancias vitales suficientes que el cuerpo necesita para funcionar; otros pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades. Pero los suplementos no deben sustituir por completo a las comidas que son necesarias para una dieta saludable, así que también asegúrese de comer una variedad de alimentos."
En tiendas especializadas se pueden encontrar suplementos de todas las vitaminas y minerales que citamos a continuación. Pero, si es posible, siempre es mejor ingerirlas en estado natural, para lo cual citamos los alimentos que las contienen.
- Vitamina A
Tiene la característica de afectar a partes específicas del sistema inmune. La vitamina A es muy importante para el sistema inmunológico ya que estimula la producción de linfocitos (y su actividad), un tipo de células blancas sanguíneas. Los linfocitos atacan a los agentes invasores y ayudan al cuerpo a producir las proteínas llamadas anticuerpos, que mantendrán a raya infecciones futuras.
Buenas fuentes de vitamina A para tu sistema inmunológico: los lácteos, el brécol, los huevos y la col rizada, o kale.
- Vitamina C
La “primera línea de defensa” a la hora de combatir gérmenes e infecciones son los revestimientos de la nariz, el intestino y los pulmones, en los que el colágeno tiene un importante papel. Y la vitamina C es fundamental a la hora de sintetizar el colágeno. Sin ella, el cuerpo no es capaz de elaborarlo y, por tanto, dichos revestimientos necesitan vitamina C para mantenerse en forma.
También ayuda al sistema inmune a reaccionar ante virus e infecciones, incrementando la producción de células blancas, enzimas y anticuerpos. Tiene igualmente efectos antiinflamatorios y antioxidantes, elementos clave para limitar el perjuicio causado por los radicales liberados durante una respuesta inmune.
Buenas fuentes de vitamina C: los cítricos, los kiwis, las frutas del bosque, los pimientos y las espinacas.
- Vitamina E
Es un potente antioxidante que actúa sobre las células, fortaleciendo las paredes celulares. Este fortalecimiento potencia la función de los linfocitos T (células sanguíneas blancas que actúan como “soldados” del sistema inmune), y reduciendo también la inflamación.
Cuando un linfocito T identifica un patógeno, se divide una y otra vez hasta alcanzar un número capaz de derrotar al invasor. Pero esta respuesta no funciona adecuadamente si existe estrés oxidativo, como el que provoca fumar, el propio estrés mental y una dieta inadecuada.
Buenas fuentes de vitamina E: aceites vegetales, nueces y otros frutos secos y las semillas.
- Vitamina D
La Vitamina D constituye una de las vitaminas más importantes del sistema inmune. Activa los linfocitos T cuando se necesitan ante una infección, pero sin permitirles reaccionar en exceso. También regula la producción de las citoquinas.
Algunas fuentes de vitamina D para nuestro sistema inmunológico: aceites de pescado y huevos.
- Vitamina B2 (Rivoflavina)
Es vital para la salud de los glóbulos rojos, que también juegan un papel fundamental en el funcionamiento de sistema inmune. Además, tiene efecto antioxidante, lo que fortalece al sistema.
Fuentes de vitamina B2: las carnes magras, los huevos y las verduras verdes.
- Vitamina B6
El cuerpo la utiliza en la producción de células inmunes e incrementando el número de anticuerpos frente a la infección. Funciona igualmente como un canal de comunicación entre citoquinas y quimioquinas, dos proteínas de “señalización” que usa el sistema inmune cuando aparece un agente invasor.
Hay muchos alimentos que la contienen: carne, pescado, plátanos, patatas, tofu.
- Vitamina B9: Ácido fólico
Es muy beneficiosa para el sistema inmune, sobre todo en el envejecimiento. La producción de linfocitos T disminuye con la edad, y esa disminución puede paliarse con vitamina B9.
Algunas fuentes de ácido fólico: Huevos (la yema), el hígado y otras vísceras, frutas como el melón, el albaricoque y el aguacate, las legumbres.
- Selenio
La falta del mineral selenio se asocia con una función inmune empobrecida. Existen estudios que muestran que personas con bajos niveles de selenio tienen falta de células linfocitos T y por tanto una menor respuesta a las infecciones víricas, por lo que el Selenio es un suplemento para el sistema inmunológico de vital importancia. También tiene un papel importante en la producción de citoquinas.- Zinc
Cuando estamos faltos de zinc lo primero que detecta esa carencia es el sistema inmune, elevándose el riesgo de estrés oxidativo e infamación.
El zinc es un suplemento importante para el sistema inmunológico, particularmente importante para, con la edad, prevenir las infecciones, pues ayuda al funcionamiento correcto de la glándula timo, donde se producen los linfocitos T.
Buenas fuentes de Zinc: El marisco, la carne de cerdo y las alubias.
- Ácidos grasos Omega-3
Los ácidos Omega-3 más importantes para el sistema inmune son el DHA (ácido docosahexaenoico) y el EPA (ácido eicosapentaenoico). Ayudan a reducir la inflamación y facilitan la curación después de que el sistema inmune haya neutralizado a los virus.
La fuentes de ácidos Omega-3 son los pescados azules y el marisco. En caso de ser veganos, las algas.







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